El gran poder militar de los bemba se puso de relieve cuando en varias ocasiones cerraron el paso al pueblo nguni, que huyendo de la persecución zulú en el sur, atravesaron el río Zambeze y pretendían llegar hasta la región de los Grandes Lagos. Pocos años después fueron considerados como uno de los pueblos más importantes en el tráfico de esclavos, que solían adquirir en las frecuentes incursiones entre los pueblos vecinos.
Los primeros viajeros y exploradores europeos los consideraron buenos cazadores y guerreros temibles. En la actualidad han pasado a ser unos pacíficos agricultores y asalariados. Su lengua, el chichemba, es hablada y comprendida por más de un tercio de los zambianos, lo que la convierte en una de los mejores medios de difusión cultural.
Viven en poblados de 30 a 50 cabañas, hechas de adobe y caña o hierbas para el techo. Debido a que el suelo es muy pobre, las aldeas se desplazan a otro lugar más apto para el cultivo. Su ocupación principal es la agricultura de subsistencia, que la realizan generalmente las mujeres. Los hombres están obligados a limpiar los nuevos campos, que son adquiridos por el método de tierra quemada: tala de arbustos, maleza y árboles bajos. Cultivan sobre todo mijo, mandioca y maíz.
Los antepasados de los bemba se desplazaron a partir del siglo XVII en oleadas sucesivas desde Katanga, República Democrática de Congo, donde habían formado parte del imperio luba-lunda. Su actual ubicación está en el noreste de Zambia y en zonas contiguas de Tanzania, Malaui y la República Democrática de Congo.
Su historia antes de la mitad del siglo XIX es muy poco conocida. En sus largos desplazamientos fueron desgajándose grupos más o menos numerosos que fundaron pequeñas jefaturas que con el tiempo fueron asimiladas por otros pueblos. Entre 1860 y 1880 emprendieron nuevas conquistas que les llevaron a ocupar la mayor parte del noreste de la actual Zambia. En 1899 fueron sometidos por los ingleses hasta que en 1964 Zambia alcanzó la independencia.
El grupo más numeroso está en Zambia, 2.800.000. En el sur de la República Democrática de Congo son 180.000; en Tanzania, 35.000 y en Malaui, 25.000.
Un Dios creador y los espíritus de la naturaleza estarían en el mismo plano. Muchos han adoptado el cristianismo sin abandonar las prácticas animistas. Los fetiches y los amuletos desempeñan un destacado papel en sus ritos.