El ciclón Freddy azotó con fuerza Malaui dejando más de 500 muertos, numerosos desaparecidos y medio millón de desplazados. «Ante este drama —contó a la agencia Fides George Desmond Tambala, arzobispo de Lilongüe, la capital malauí— la gente no ha perdido ni la fe ni la esperanza y so muchos los que ofrecen su ayuda al prójimo. Hay familias que comparten lo poco que tienen; mujeres que se unen para cocinar para los que no tienen nada; colectas en todas las parroquias para crear un fondo apra las víctimas del ciclón».

Enciende la llama
Cada noviembre, Manos Unidas nos propone encender una llama para seguir alumbrando compromiso y esperanza en la lucha contra la pobreza, labor que realiza Manos Unidas desde hace 63 años. En esta 11 edición han recibido 2.200 fotos de 39 países