Texto: Sebastián Ruiz-Cabrera
El artista etíope Fanuel Leul teje historias de futuro combinando los elementos tradicionales de las culturas africanas.
¡Que viene el futuro! ¿Y cómo será? ¿No está ya aquí con tanta tecnología? Pues sabemos que las películas nos ayudan a imaginar cómo podrían ser los próximos años y décadas. Algunos libros y las letras de algunas canciones también alcanzan a ilustrar escenarios que quizás no nos habíamos parado a pensar. Pero, ojo con las imágenes que de un simple vistazo consiguen que la persona que las mira viaje a mundos que parecen imposibles, al menos, de momento… Por eso queríamos presentaros el trabajo de un artista etíope que se llama Fanuel Leul. Si África es el futuro, como decimos en estas páginas culturales de AGUILUCHOS, Fanuel es la persona que nos lo enseña de una forma innovadora. Se ha convertido en uno de los principales protagonistas del afrofuturismo: pensar en lo que vendrá desde un enfoque africano y lejos de los estereotipos que muchas veces aparecen sobre África en los medios occidentales.
Nuestro invitado de mayo vive en Adís Abeba, la capital de Etiopía, y, como gran ciudad, Fanuel podría haberse centrado en sus obras en el ajetreo, la velocidad de los negocios que se cierran en las calles, o en el bullicio de las bocinas de los coches que no paran de sonar en las horas punta de los atascos. Pero todo lo contrario. Ha preferido combinar factores que se repiten en las grandes urbes africanas: la convivencia entre las tradiciones que se conservan y las tecnologías de la información que nos rodean. Cada vez son más los creadores que deciden expresar su arte a través de las herramientas digitales que tienen a su disposición. La historia que tenemos delante es una muestra de que, cuando hay necesidad, las grandes ideas afloran. Y si tenemos a nuestro alcance Internet pues… ¡Bingo!
No os penséis que las primeras creaciones de Fanuel le surgieron de forma improvisada. A él ya le encantaba dibujar sobre todo superhéroes como Spiderman o Superman, dos personajes que tienen como misión cuidar de que no haya fuerzas oscuras que desestabilicen el mundo. Esta idea de transformar se hizo cada vez más y más potente hasta que en su tercer año de estudios artísticos en la universidad asistió a una clase que le cambiaría la vida. Sí, aguiluchos, conoció a un profesor que le supo transmitir amor por lo que hacía en una clase de fotografía. Tenían que deformar una imagen y darle otra vida, otro aire, en definitiva, crear. Manipular las fotos le llevaría a una obsesión por las artes digitales con un resultado que, como podéis ver en estas páginas, es maravilloso.
La ciencia ficción tiene una capacidad única para abrir nuestra imaginación más que cualquier otra disciplina artística. De hecho, lo que consigue Fanuel es hacer posible lo imposible: conseguir que algo que no puede ser adquiera una sensación de asombro, en definitiva y, como nos explica él mismo, «Crear mundos maravillosos desde una perspectiva africana».