En junio entramos en la recta final que pone fin al año escolar, ¡ánimo con los exámenes! Recordad que el objetivo de estudiar es aprender y no solo aprobar, aunque también esto sea importante. Aprobar sin haber aprendido no tiene sentido, por eso es un autoengaño copiar durante los exámenes. Confío en que vosotros no lo haréis y que todos aprobaréis estudiando, que es lo que realmente aporta satisfacción personal.
Los estudiantes de Jartum, la capital de Sudán, no tendrán tanta suerte como vosotros y no podrán concluir el año escolar con normalidad. El conflicto armado que estalló sorpresivamente el pasado 15 de abril está siendo terrible y todavía hoy todos los colegios y escuelas del estado de Jartum continúan cerrados.
En otras latitudes del continente africano las cosas no van mucho mejor que en Sudán. Estoy pensando en amplias zonas del Sahel y del Cuerno de África que sufren las consecuencias de una sequía persistente que está causando hambre y obliga a desplazarse a muchas personas porque sus cultivos no crecen como antes y sus ganados apenas encuentran agua para beber. También en las regiones Turkana y West Pokot del noroeste de Kenia la situación es crítica pero sería muchísimo más grave si misioneros como el Hno. Dario Laurencig no hubieran estado allí trabajando, calladamente, para llevar vida en forma de agua. En la revista Aguiluchos del mes de junio os contamos la historia del Hno. Dario.
P. Enrique Bayo
