Llegó el verano y con él las esperadas vacaciones escolares. De acuerdo con vuestros papás y tutores seguro que ya habréis trazado un buen programa vacacional y que haréis cosa muy interesantes, como leer AGUILUCHOS, por ejemplo, pero también participar en campamentos donde haréis nuevos amigos y amigas, ir a la playa o la montaña, según los gustos, o pasar el verano en el pueblo de alguno de vuestros padres. Tal vez también viajéis a lugares donde nunca habéis estado antes e incluso a otros países. Imagino que algunos de los jóvenes lectores os habréis inscrito en la Jornada Mundial de la Juventud de Lisboa para vivir momentos inolvidables junto a miles y miles de jóvenes católicos del mundo entero.
En cualquier caso, hagáis lo que hagáis y vayáis a donde vayáis, guardad en mente el sabio consejo del papa Francisco para vivir las vacaciones: «Os animo a que utilicéis bien y con responsabilidad el tiempo que tenéis a vuestra disposición». Lo mismo pensaba Don Bosco, que decía que las vacaciones consistían en «cambiar de actividad». Queda claro que este tiempo de gracia que representan las vacaciones no consiste en tirarse a la bartola y no hacer nada, sino en ocuparse en actividades que sean beneficiosas para vosotros mismos y para el prójimo.
¡Felices vacaciones!
P. Enrique Bayo