Un encuentro para la fraternidad

El 4 de febrero, en el marco del XXXV Encuentro África, se entregó el Premio MUNDO NEGRO a la Fraternidad a Yvette Mushigo, coordinadora de la Red Sinergia de mujeres por la Paz y la Reconciliación en la región de los  Grandes Lagos (SPR).

El XXXV Encuentro África, organizado por la revista MUNDO NEGRO y los Misioneros Combonianos, llevaba por título «Transformadoras. Mujeres que cambian el continente». Se abrió con las palabras del P. Enrique Bayo, director de las revistas AGUILUCHOS y MUNDO NEGRO, que invitó a los asistentes a «dejarse tocar» por los testimonios de las mujeres africanas, sus dificultades, sus sufrimientos, sus alegrías y su manera de enfrentarse a los problemas, como una terapia para crecer en humanidad y en fraternidad.

La primera en intervenir fue Sonia Mankongo (en portada), nacida en Camerún, diplomada en Filología Hispánica y voluntaria del plan educativo de la ONG Zerca y Lejos. Sonia arrancó con las palabras del papa Francisco, que desde R. D. de Congo dijo: «África es la sonrisa del mundo», aunque matizó, «tiene que lidiar todos los días con mucha violencia, con mucho sufrimiento». A continuación, enumeró algunas prácticas que cercenan el futuro de las niñas africanas, como los matrimonios forzados. «Una de cada tres mujeres africanas está casada en contra de su voluntad y una de cada nueve tiene menos de 15 años. En algunos países como Níger, el 76% de las niñas menores de 18 años están casadas y solo el 4,7% de las chicas de menos de 25 años ha terminado la Secundaria», constató.

Aún así, Sonia quiso destacar algunos hitos positivos, como los avances en educación, donde la brecha de la desigualdad va disminuyendo. No obstante, queda mucho trabajo por hacer porque en el contiente hay millones de niñas sin escolarizar.

Yvette Mushigo, ganadora del Premio Mundo Negro

Mujeres de Maidiguri

María Luna, miembro del área de  Justicia y Solidaridad de CONFER, compartió los logros de las mujeres en Maiduguri (Nigeria). Tras el secuestro en 2014 de las chicas de Chibok por el grupo Boko Haram, cientos de mujeres se movilizaron y crearon el movimiento Bring back our Girls (Devolved a nuestras niñas). «Las mujeres vieron la importancia de asociarse para poder formar parte de las políticas del gobierno local». Gracias a su movilización, el presidente Muhamadu Buhari creó una comisión de investigación y promovió una serie de líneas estratégicas y diplomáticas con 172 organizaciones de mujeres dentro de Maiduguri. «Ahora colaboran entre ellas, avanzando en su formación e independencia económica, lo que revierte positivamente en sus comunidades», concluyó. 

Salvar a las niñas

Por su parte, Asha Ismail, keniana de etnia somalí, contó su trayectoria hasta crear Save a Girl, Save a Generation, desde donde trabajan para apoyar a mujeres que han sufrido Mutilación Genital Femenina (MGF), una agresión física al cuerpo femenino basada en tradiciones ancestrales.

Un momento del encuentro.

«Yo fui sometida a la MGF cuando tenía cinco años. Me practicaron la más extrema, la infibulación. Pasé por muchísimos sufrimientos, heridas físicas que te dejan secuelas, pero aprendes a convivir con ellas. Lo que realmente no se recupera es el daño psicológico, que dura toda la vida», afirmó. «Para mí era algo de mi cultura, algo natural, todas las mujeres de mi familia habían pasado por ello». Asha reaccionó contra la MGF el día que nació su hija, en 1989. «Decidí que nadie le iba a cortar», compartió contundente. 

Cuando expresó su deseo de acabar con la MGF le dijeron que estaba loca, pero se mantuvo firme. En 2007 empezó a informar y dar apoyo psicológico a todas las mujeres que lo necesitaban, tanto en España como en Kenia. Aquí disponen de una casa de acogida y trabajan en la concienciación de líderes religiosos y autoridades políticas.

Yvette Mushigo, con las mujeres “imposibles” 

Carla Fibla, redactora de la revista MUNDO NEGRO, hizo una relación de contexto de la región de los Grandes Lagos y dió la palabra a la galardonada con el Premio MUNDO NEGRO a la Fraternidad.

Yvette Mushigo aseguró que trabajar por la paz y la igualdad en esta región es muy difícil. «Vivimos en un contexto de inseguridad permanente, muy volátil. Contamos con más de 130 grupos armados. Las carreteras están destrozadas los puentes cortados…». 

«SPR es una red subregional que aglutina a mujeres de Burundi, Ruanda y R. D. de Congo de más de 40 asociaciones diferentes. Gracias a su trabajo se establecen lazos entre  las mujeres de estos tres países, con el fin de romper el discurso del odio, crear cohesiones y aprender a vivir juntas a pesar de todas las diferencias». Sin embargo, últimamente es muy difícil debido a la inseguridad. «En los encuentros se comparte, se dialoga. Vemos que la mayoría de los problemas son de origen político y económico, que las mujeres lo único que quieren es vivir en paz y tranquilas», afirmó.

Algunos las llaman «mujeres imposibles», acusándolas de revolucionar a otras mujeres. «Creen que si les enseñamos sus derechos les van a quitar poder a los hombres. Aún se piensa que si la mujer es ignorante es menos “peligrosa” y que cuando reclama sus derechos molesta. Pero no es así», dijo Yvette, ante el asentimiento de los asistentes.

Jóvenes manipulados

«Muchos de nuestros jóvenes son manipulados por los grupos armados. Como no tienen trabajo tienen la tentación de unirse a ellos, otros son secuestrados. Cortan carreteras, raptan, cometen asesinatos… Por eso, la red SPR organiza Campos de Paz con los jóvenes para que se conviertan en agentes de paz.

Tipos de violencia

En esta región la mujer es la que sostiene la economía familiar, donde el 80% de la población vive de la tierra». Sin embargo, «ahora en la provincia de Kivu Norte las mujeres que han sembrado se han desplazado por el conflicto y no pueden recoger sus cosechas». Otras violencias surgen de creencias ancestrales.

La premiada hizo alusión a la presencia del papa Francisco en su país,  «que nos ha llevado un mensaje fuerte de esperanza y apoyo. Los congoleños tenemos necesidad de que se nos escuche, porque la guerra al este de Congo es una guerra de explotación de los recursos minerales. », concluyó. 

A continuación el nuevo Provincial de los Misioneros Combonianos, el P. Miguel Ángel Llamazares le hizo entrega del premio MUNDO NEGRO a la Fraternidad, que tiene una dotación económica de 10.000 euros.

Texto: África González Gómez
Fotos: José Luis Silván

También puede interesarte

Enciende la llama

Cada noviembre, Manos Unidas nos propone encender una llama para seguir alumbrando compromiso y esperanza en la lucha contra la pobreza, labor que realiza Manos Unidas desde hace 63 años.  En esta 11 edición han recibido 2.200 fotos de 39 países

Esta web utiliza cookies propias para su correcto funcionamiento. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad